La inversión en buzoneo en España sigue padeciendo las inclemencias de la crisis. En 2013 las empresas gastaron 595 millones de euros en el diseño de campañas y envío de material promocional. Lo que implica un descenso del 7,2% respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, y pese a las malas noticias, el sector del marketing directo muestra signos de recuperación que invitan a soñar con una época de renacimiento que está por llegar.
Así lo augura un estudio elaborado por la European Letterbox Marketing Association (ELMA) que determina como en el pasado año se enviaron un 2,2% más de piezas que en 2012 – 115.000 millones frente a 112.470 millones -, siendo Alemania, Francia, Italia y Holanda los países líderes en la distribución anual de folletos publicitarios.
Un dato que confirma que el buzoneo se está reinventando, y fruto de esa renovación son muchas las empresas que apuestan por las acciones de marketing directo para comunicarse con sus clientes. Este renacer pasa por ofrecer mejoras en el formato, diseño y calidad del mensaje, así como en el seguimiento y la optimización de las campañas mediante la implementación de avanzadas herramientas tecnológicas.
Gracias a la segmentación y a la distribución no intrusiva se pretende recuperar la confianza de los consumidores y vencer la resistencia que en su día generaron los envíos masivos de publicidad. Un escenario donde el cliente es el centro sobre el que pivota toda la estrategia, y las acciones se enfocan en establecer relaciones sólidas y duraderas con él mediante técnicas de Inbound Marketing. Y es que en última instancia, lo que se busca es la personalización de la oferta y la generación de valor añadido para el usuario final.
Sin lugar a dudas, un cambio de paradigma hacia un modelo de buzoneo inteligente, respaldado por las cifras que ofrece el mercado, y que exige a las empresas un giro de 180º en la concepción que tenían hasta ahora de los servicios de distribución promocional.
