Mirar un mapa antiguo puede compararse con viajar al pasado. Un mapa no sólo muestra la geografía, sino que pinta una historia. La historia de los antepasados del GIS (Geographic Information System) se remonta a 1854, cuando el temible cólera golpea duramente la ciudad de Londres.
Todo comienza cuando el médico británico John Snow decide ir apuntando en un mapa los lugares donde se encuentra la epidemia. Empezó a marcar las localizaciones de los brotes, delimitando por zonas, carreteras y líneas de agua. Al hacer esto, algo muy interesante sucedió: en los mapas se apreciaban dibujos de los lugares donde nacía la enfermedad, encontrándose ésta principalmente a lo largo de la línea de agua.
Gracias al Doctor John Snow se creó una importante conexión entre la geografía y la sanidad pública. Nació la epidemiología: el estudio de la propagación de enfermedades por zonas.
No fue hasta 1968 cuando la tecnología GIS se convirtió en herramienta usada por computadoras para almacenar y manipular datos de la tierra basados en mapas, gracias a Roger Tomlinson, considerado el padre del GIS.
A día de hoy, la tecnología GIS trabaja de una manera digital, valiéndose principalmente de la digitalización como medio de creación de datos. Esto consiste en la transferencia a un medio digital de información tomada en campo.
El GIS está teniendo una fuerte implicación en los Servicios Basados en la Localización (LBS) debido a que es económicamente asequible integrar las tecnologías GPS a móviles, portátiles o tablets. Los LBS permiten a los dispositivos que tengan GPS mostrar su ubicación respecto a puntos de interés como restaurantes, cajeros, gasolineras, etc. De hecho, muchas apps como Yelp o Wallapop basan su tecnología en este sistema.
Toda esta tecnología también es aplicable a campañas de marketing. Gracias a ella, podemos saber los hábitos de los clientes para enfocar de la manera más precisa una acción, ya que los mapas nos permiten estudiar al usuario, conocerle más y ofrecerle un producto acorde a sus necesidades.
¿Pero quién hubiera pensado que todo esto se inició hace ya dos siglos? Y es que como bien dijo George Orwell, “quien controla el pasado controla el futuro, y quien controla el futuro controla el presente”.