En muchas ocasiones hemos hablado de la estacionalidad de los folletos y catálogos que encontramos en nuestros buzones. Los folletos de viajes, bricolaje y exterior que recibimos en primavera, los de viajes y cuidado personal que llegan de cara al verano, los del otoño, cargados de novedades en decoración, alimentación o tecnología y muchos otros que esperamos con ansia de cara al invierno.
Nos vamos acercando al final del año y, aunque este año ha sido sin duda peculiar, volvemos a recibir algunas de las piezas más esperadas en nuestro buzón. Algunos de ellos por ofertas especiales y otros por temporalidad, es en los últimos meses del año cuando se da el reparto de piezas muy concretas.
Los catálogos del Black Friday
Aunque se trata de una fecha sin duda importada de Estados Unidos, está claro que la del Black Friday es una práctica totalmente instaurada en nuestro país desde hace unos pocos años. De cara a este día de rebajas —que en ocasiones tiene una duración que va mucho más allá de las 24 horas—, son muchas las marcas y retailers que deciden comunicar sus ofertas a través del buzoneo inteligente.
Tal y como ocurre en las propias rebajas en periodo oficial o con promociones especiales como los días sin IVA y campañas similares, durante el Black Friday las marcas y establecimientos difunden sus ofertas a través de diferentes medios, incluyendo el buzón.
Los catálogos de juguetes
De cara a la Navidad, una de las piezas más esperadas en el ámbito de las piezas de buzoneo son los catálogos de juguetes. Jugueterías y grandes almacenes llevan a cabo una selección de productos orientada a los más pequeños para que estos decidan qué regalos quieren recibir por parte de Papá Noel, los Reyes Magos y todo tipo de seres mágicos en las diferentes regiones del país.
Estos folletos y catálogos pueden darnos información sobre ofertas y promociones tanto en tienda física como en tiendas online. No en vano, los folletos cuentan con el denominado efecto drive-to-web, que hace que 6 de cada 10 personas consulten la web tras recibir y leer un folleto. Este fenómeno, entre otros, demuestra la omnicanalidad de un consumidor que, lejos de limitar su movimiento al universo físico o al del ecommerce, se mueve entre ambos de manera indistinta. En este sentido, contar con la capacidad de optimizar las campañas, balanceando la inversión entre soporte físico y canal digital en modelos de marketing híbrido sin costuras puede ser clave para todo tipo de marcas y retailers.