Todo nuestro entorno está lleno de datos. Cualquier objeto, ser vivo o acción proporciona información sobre sí mismo o sobre lo que está ocurriendo. Por ello, mediante análisis e interpretación, se pueden crear modelos de datos que ayudan a que seamos conscientes de infinitos acontecimientos y detalles. El entorno empresarial no se queda atrás y, cada día más, aprovecha estos datos para prosperar, mejorar sus ingresos, su imagen de marca o el valor de su negocio.
En esta estrategia, el marketing y la publicidad son dos de las bazas principales con las que cuentan las empresas para lograr sus propósitos. Entre las múltiples opciones que se pueden plantear, un recurso habitual es la realización de campañas de buzoneo, en las que es necesario averiguar cuáles son los intereses, deseos y necesidades del cliente para ser efectivos.
En Geobuzón, por ejemplo, empleamos modelos de datos en combinación con otras técnicas como el geomarketing, de tal manera que somos capaces de identificar a los consumidores, predecir sus decisiones y lograr que el impacto de la campaña sea más dinámico y significativo. ¿Quieres saber cómo? Atento:
Modelos de datos, claves para conocer bien a los clientes
Un modelo de datos forma la estructura de datos de una base. Su función es recoger la realidad para almacenarla en la base, de tal manera que esta la relacione, categorice y la ponga a disposición de los usuarios (en este caso, empresas o encargados de llevar a cabo las campañas de buzoneo).
Estos modelos nacen del estudio de las circunstancias geográficas, demográficas y psicográficas del público objetivo. Con ellos se puede obtener información para resolver un problema determinado como puede ser conocer a los clientes y saber con exactitud las características básicas de segmentación del público (sexo, edad, ubicación, etcétera), sus necesidades o sus intereses, aspectos todos ellos, según hemos señalado, claves en una campaña de buzoneo.
Los modelos de datos mejoran este tipo de publicidad: una vez recopilada la información que permite conocer en profundidad a los clientes, ayudan a crear mapas de los sectores en los que se puede distinguir entre diferentes características del target al que dirigir la campaña y maximizar su efectividad y el retorno de la inversión.
