Cuando se trata de aumentar el conocimiento de la marca y de promover la venta de productos o servicios, hay muchos métodos diferentes para dar a conocer un negocio, incluyendo el conocido como email marketing y la distribución de publicidad física (folletos, catálogos, etc.). Si bien es cierto que los correos electrónicos facilitan la distribución masiva de publicidad y promociones, te sorprendería comprobar que la distribución física de folletos es, en muchos casos, mucho más efectiva, permitiéndote captar mejor la atención y generar mayor el interés de los clientes potenciales.
Los consumidores son más receptivos a los folletos
Aunque es cierto que tanto los correos electrónicos promocionales como los folletos pueden desecharse, está demostrado que los consumidores tienden a observar (y conservar) los objetos físicos con mayor frecuencia. Los correos electrónicos, por otro lado, tienen más probabilidades de ser eliminados sin tan siquiera abrirlos. Como resultado, los folletos son instantáneamente más efectivos que los correos electrónicos, ya que existe una mayor probabilidad de que los clientes potenciales muestren interés por ellos y, en consecuencia, por tus productos o servicios.
Los folletos son más comunicativos
Con el fin de adaptarse a las pantallas de los smartphones, los correos electrónicos tienden a ser excesivamente cortos, por lo que muchas veces se pierde gran cantidad de información. En cambio, los folletos pueden contener no sólo la oferta en sí, sino datos de apoyo y argumentos persuasivos que despiertan más interés en el lector. Además, existe una gran variedad de formatos publicitarios que pueden usarse para sorprender al cliente (desde sampling hasta poming, pasando por felpuding).
Pero ¿y si combinamos ambos?
Como hemos defendido en otras ocasiones, en Geobuzón creemos que el equilibrio es la clave. Dejar el email marketing de lado sería un error, igual lo sería que ignorar la eficacia del buzoneo. Por ello, lo ideal para dar un negocio a conocer es combinar ambas técnicas de marketing, online y offline, logrando así impactar a la mayor cantidad de público objetivo posible y llegando a cada cliente a través del medio que más utilice.
