La omnicanalidad se define como la visión integrada de todos los canales de un mercado por parte de una compañía, así como la capacidad de dicha compañía para comunicar sus valores, vender sus productos y servicios y fidelizar a sus audiencias. Una estrategia de marketing omnicanal sería, por tanto, la aplicación de técnicas de venta y de marketing a los diferentes canales publicitarios en los que la compañía quiere tener presencia. Si lo reducimos a una campaña, estaríamos hablando de la comunicación de los mismos valores, productos y servicios generada en diferentes formatos para distribuir a través de diferentes medios o canales.
Existen multitud de ejemplos de campañas de marketing omnicanal exitosas que utilizan el buzoneo como uno de los medios en juego. Recientemente hablábamos sobre la campaña de publicidad de MediaMarkt, cuyo spot principal en televisión hacía referencia al nuevo folleto distribuido por Geobuzón, con un nuevo formato y una nueva distribución de secciones. El caso concreto de este ejemplo podría enmarcarse en el contexto de la omnicanalidad o del transmedia —la práctica de trascender los límites de un formato en beneficio de la narrativa de la campaña—, ya que utiliza varios medios o canales para comunicar sus mensajes clave.
Tendencias del marketing omnicanal: advergaming
Dentro de la omnicanalidad en el marketing, que sin duda es en sí misma una tendencia al alza desde que los medios digitales tienen una presencia tan relevante en nuestras vidas como la actual, podemos encontrar diferentes tendencias. Una de estas prácticas más llamativas en la actualidad por su originalidad y trascendencia es la del advergaming, o marketing a través del juego.
El marketing a través del juego no es más que la aplicación de técnicas de gamificación a una campaña promocional, publicitaria o de marketing. A través de plataformas para la creación de juegos de marketing podemos llevar a cabo acciones y campañas de advergaming coordinadas con la estrategia de buzoneo de la marca.
El advergaming puede ser una pata más sobre la que apoyar la estrategia anual y nos permite transmitir de manera lúdica los valores de un producto o servicio. El juego puede alojarse en una plataforma online o incluso en un tótem promocional o un PLV digital en el punto de venta, con el objetivo de dinamizar la campaña y hacer de ésta un todo integrado. A su vez, desde el folleto que entreguemos en buzón, en mano o en el lugar de venta, podemos animar a los diferentes públicos a participar de manera activa en nuestro advergaming, o informar sobre los premios, los ganadores, etc.
En definitiva, la omnicanalidad y el transmedia son dos enfoques similares mediante los cuales podemos hacer frente a la elevada densidad de medios y canales en el entorno. En la era de la doble pantalla, el consumo multidispositivo y el elevado uso de los medios digitales, coordinar la presencia de los mensajes de marca a través de diferentes plataformas será un acierto y marcará la diferencia frente a los competidores directos e indirectos.
