¿Te has preguntado alguna vez qué parte de un folleto publicitario es la más importante? Es una pregunta difícil de responder, puesto que la perfección reside en la adecuada combinación de diversos elementos (fotografías, estructura, colores, etc.). Hoy vamos a hablar de un recurso al que no se le suele dar mucha importancia, relegándolo en ocasiones a un segundo plano. Nos referimos a los textos que aparecen en el folleto y a su redacción.
¿Qué importancia tiene la redacción de un folleto?
Normalmente, si pensamos en un folleto publicitario impactante que hayamos recibido recientemente, nos vendrán a la cabeza dos cosas: la cabecera y la imagen. Es por ello que debemos cuidar ambos elementos y estudiar minuciosamente en qué emplazamiento del folleto queremos situar cada uno de ellos.
Te recomendamos que prestes especial atención al título, debe ser capaz de captar inmediatamente la atención de tus clientes potenciales. Existen distintas maneras de llevar esto a cabo. Un ejemplo es comenzar el folleto con una pregunta basada en las necesidades del cliente (¿El calor no te deja descansar?) y, a continuación, a modo de subtítulo, mostrar nuestro negocio como la respuesta/solución a sus problemas (Prueba nuestros aires acondicionados y dormirás como un bebé).
Un texto escrito con mimo ayuda considerablemente al cumplimiento de los objetivos que te hayas marcado, puesto que tiene la capacidad de incrementar la tasa de respuesta de una campaña de distribución. Sin embargo, no se debe caer en la tentación de incluir demasiado texto en nuestros folletos.
En Geobuzón, hemos repartido millones de folletos y podemos afirmar que incluir demasiada información en ellos suele resultar contraproducente. El fin de nuestra campaña es despertar el interés del consumidor potencial y darle una razón de peso para contactarnos. Recomendamos siempre incluir llamadas a la acción que motiven (y guíen) a la persona que lo recibe, convirtiendo así nuestros servicios en irresistibles.
Debemos tener cuidado de no abrumar a nuestra audiencia con demasiados detalles sobre nuestra empresa o nuestros servicios, sino dejar que sean ellos los que nos contacten a nosotros cuando necesiten más información. No lo olvides: una redacción precisa, clara y eficaz es vital a la hora de trasladar nuestro mensaje al consumidor potencial.
Y tú, ¿cuidas la redacción de tus textos publicitarios?