Habéis sido muchos los que habéis insistido en que publicásemos una nueva remesa de curiosos ejemplos de street marketing. Por eso, a petición popular, el post de hoy va dedicado a esas acciones de marketing que nos dejan con la boca abierta por su originalidad, haciendo uso de elementos cotidianos para sorprendernos y conectar emocionalmente con la marca que realiza la campaña. Si bien hace un tiempo dedicamos un post de street marketing a los pasos de cebra, en el día de hoy pulsaremos el botón del ascensor, esperaremos pacientemente a que este llegue y tal vez nos llevemos una sorpresa cuando se abran las puertas.
Los ascensores son el elemento perfecto para hacer street marketing. Su morfología aporta un abanico de posibilidades para generar contenido dinámico que sorprenda. Permite fijar una primera imagen en las puertas correderas que genere intriga a la persona que espera, haciendo que se pregunte: ¿Qué habrá detrás? Con un primer impacto ya se ha captado la atención, pero lo mejor está por llegar. Cuando se abren las puertas, la imagen del interior del elevador combinada con el movimiento de las puertas al abrirse hace que se disipe la intriga y la historia cobre forma.
Por si esto fuera poco, la decoración del ascensor resulta además el tema de conversación perfecto para esos momentos de silencio en los que no se sabe muy bien de qué hablar, esos donde habitualmente se repasa el parte meteorológico de toda la semana.
Sin más dilación, a continuación os mostramos una batería de ejemplos que puede que os sirvan de inspiración a la hora de darle una oportunidad al street marketing.
¿Langosta para cenar?
Campaña para el uso de preservativo: No dejes que suban
¿Qué hay dentro de las mentes más brillantes?
Conguitos: vestidos de chocolate…
¿Problemas de calvicie?
Y tú, ¿te has planteado hacer street marketing en un ascensor?
